He sentido un pellizco en las tripas cuando he pasado la primera página y he leído: Nostalgia. El primer libro que publiqué como editor.

Más que nunca, me ha parecido el título perfecto para ese poemario; para lo que representan sus poesías; para definir la relación que como editor mantuve durante aquellos días con Paco Piña, su autor.

Me gustaría contar muchas cosas de Paco, pero me temo que debería escribir un texto demasiado largo y, aun así, sería insuficiente. Más que nunca, hoy no querría cometer el error de que mis palabras no fueran las apropiadas que requiere el momento. 

Al pasar la siguiente página, Paco, como si hubiera tenido una premonición cuando maquetamos el libro, escogió una dedicatoria para, llegado este momento, ponérmelo fácil: “A todos los que hacéis un mundo mejor”. Simplemente genial. Con una frase resumió toda una filosofía de vida, su filosofía de vida. Incluso tuvo la humildad y generosidad de utilizar la segunda persona del plural a pesar de ser la primera la que correspondía. 

Paco, coherente con su manera de interpretar la vida, nos dejó la semana pasada repentinamente. Se marchó con discreción, en silencio, intentando no alterar el curso del devenir diario. 

Que la tierra te sea leve allá donde estés. Gracias por formar parte de la familia Sótano. Tu poemario, Nostalgia, recoge perfectamente la huella que dejas aquí y te hace eterno. 

Por siempre tu amigo, por siempre tu editor, que te admira y te quiere más allá de las letras, más allá de todas las vidas por nos queden por compartir.